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Nuestra primera historia

Nuestra primera historia

Nuestra primera historia

Texto: Francisco Corrales Ulloa
Ilustraciones: E. Picado

La historia de Costa Rica no da inicio con la llegada de los españoles, sino mucho tiempo atrás. La evidencia recuperada hasta el momento indica que el territorio costarricense fue ocupado por los primeros grupos humanos alrededor de 12,000 años antes del presente. Desde esa época hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, se dió un largo proceso de desarrollo en las diferentes regiones arqueológicas de Costa Rica.

REGIONES ARQUEOLÓGICAS

En el territorio que ocupa Costa Rica han sido establecidas tres regiones arqueológicas con base en criterios geográficos
(cadenas montañosas, ríos, valles y otros.) y culturales (asentamientos, entierros, cerámica y otros). Dentro de cada región se da una semejanza formal en los vestigios materiales correspondientes a distintos períodos de ocupación.

Las tres regiones arqueológicas de Costa Rica son:

A. Región Arqueológica Gran Nicoya

Esta región se extiende sobre parte de Costa Rica y Nicaragua. El sector costarricense se distingue como Subregión Sur o Guanacaste. Comprende la actual Provincia de Guanacaste y el sector norte de la Provincia de Puntarenas.

B. Región Arqueológica Central

Ocupa la porción central del país, extendiéndose desde la Costa Pacífica hasta la Costa Caribe. Se distinguen tres subregiones: la Central-Pacífica, que abarca el Valle Central y la zona del Pacífico Central, la Subregión Caribe, que abarca el Valle de Turrialba y las Llanuras del Caribe Central, y las Llanuras del Norte.

C. Región Arqueológica Gran Chiriquí

Se extiende sobre parte de Costa Rica y Panamá. El sector costarricense se distingue como Subregión Arqueológica Diquis. Comprende el Suroeste del país, así como las estribaciones atlánticas de la Cordillera de Talamanca.


Modos de Vida Precolombinos en Costa Rica

Se distinguen varios modos de vida en la etapa precolombina. Modo de vida designa los aspectos económicos, sociopolíticos y religiosos de una sociedad en una determinada etapa de su evolución histórica. La duración de los modos de vida pudo ser de varios siglos y hasta de milenios. La distinción entre los mismos se debe principalmente a cambios en la base económica, que significaron cambios en la organización sociopolítica y visión del mundo de la sociedad. Estos cambios se manifestaron en los diferentes materiales arqueológicos (utensilios, herramientas, viviendas y otros), que Sobrevivieron a la acción del tiempo, de agentes naturales y del hombre.

I. Modo de vida de los cazadores-recolectores (12.000-2.000 a. C.)
a. Los primeros pobladores (12.000-7.000 a. C.)

De acuerdo con los datos más aceptados por los arqueólogos, el poblamiento de América se dió por grupos provenientes de Asia que entraron por el Estrecho de Bering, en el norte del continente, alrededor de 12.000 años antes de Cristo.

Estos grupos eran nómadas, y estaban organizados en pequeñas bandas, que se desplazaron a lo largo del continente, buscando sitios propicios para la caza y recolección de frutos silvestres. En su desplazamiento arribaron al territorio que hoy ocupa Costa Rica en una época que se calcula entre 12.000 y 7.000 años antes de Cristo, de acuerdo con la información registrada hasta el presente.

Estos grupos no conocían la agricultura, su dieta se basaba principalmente en la recolección de plantas silvestres y en la caza ocasional de los grandes animales de la época o megafauna, tales como el mastodonte, el megaterio o perezoso gigante y el gliptodonte o armadillo gigante. Los cazadores-recolectores vivían en campamentos a campo abierto o en abrigos rocosos naturales, los cuales ocupaban de manera estacional. Se ha localizado evidencia arqueológica de estas ocupaciones, correspondiente a instrumentos de piedra, en el Valle de Turrialba y en Guanacaste. Las herramientas de piedra características de esta época están constituidas entre otras, por raspadores, cuchillos, perforadores, raederas y en especial la punta de proyectil acanalada, la cual era un arma de piedra muy eficiente en la caza mayor.

b. De la caza-recolección a los primeros cultivos (7.000-2.000a.C.)

Entre 7.000 y 2.000 años antes de Cristo los grupos indígenas comenzaron a combinar la caza y recolección con los primeros cultivos. La evidencia sobre este período es escasa, y se limita a áreas de taller de herramientas de piedra y fogones en Arenal (Guanacaste), y artefactos de piedra en la zona de Turrialba.

Los cambios climáticos ocurridos alrededor de 7.000 años a.C. se cree provocaron la desaparición de la megafauna. De esta manera la caza se volvió más diversificada, incluyendo especies de menor tamaño. Las herramientas de piedra utilizadas estaban dedicadas al trabajo en madera, hueso, piedra y procesamiento de alimentos. Se considera que las prácticas de recolección fueron fundamentales, y es posible que los grupos realizaran rondas estacionales en determinadas zonas dependiendo de la época de maduración de los frutos, ocupando abrigos rocosos o campamentos a cielo abierto.

Se postula que alrededor del segundo o tercer milenio antes de Cristo, se practicaba una agricultura incipiente de tubérculos con mantenimiento de árboles frutales, como el aguacate, el nance y el guapinol, entre otros. Estas prácticas se originaron en el conocimiento generado a partir de la recolección de plantas silvestres. El inicio de la producción de alimentos señala la aparición de un nuevo modo de vida.

II. Modo de Vida Aldeano Igualitario (2.000 a. C.-500 a. C.)

Se tienen datos en el país de la presencia de agricultura alrededor de 2.000 años antes de Cristo. La agricultura vendría a cambiar radicalmente la sociedad indígena, ya que propició el establecimiento de aldeas permanentes, el desarrollo de la cerámica y la complejización social, entre otros aspectos. Existe evidencia para el primero y segundo milenio antes de Cristo de comunidades agrícolas sedentarias, pequeñas y dispersas, que contaban con artefactos cerámicos sencillos y herramientas de piedra, dirigidas a labores agrícolas y procesamiento de alimentos.

En el modo de vida aldeano igualitario se postula una organización sociopolítica del tipo tribal, con relaciones igualitarias entre los individuos y la propiedad colectiva de los bienes.

En Costa Rica, la aparición de la agricultura estuvo aparejada con el desarrollo de la cerámica, la cual vendría a llenar la necesidad de nuevos utensilios. La cerámica temprana se caracteriza por sus formas básicas (ollas, platones, tazones y otras) decoradas con técnicas como incisos, estampados o modelados.

En la Subregión Caribe de la Región Central y en la Subregión Diquis de la Gran Chiriquí, entre 1.500 y 300 a. C., la evidencia de platones de arcilla y pequeñas piedras puntiagudas para ralladores de tubérculos, indican que las primeras prácticas agrícolas en esas subregiones fueron vegecultoras. La vegecultura es el cultivo de tubérculos y raíces como la yuca, el ñame y otros. En este sistema agrícola también se incluye el aprovechamiento de ciertos árboles como el pejibaye, y la práctica de de la caza y la pesca.

En la Región Gran Nicoya y en la Subregión Central-Pacífica, durante el mismo período (1.500-500 a. C.), la presencia de restos de maíz, así como de manos y metates usados para procesarlo, señala que las primeras ocupaciones agrícolas y ceramistas utilizaron principalmente el cultivo de semillas. En esta variante, predomina el maíz como producto principal, sin descartar el uso de tubérculos y árboles frutales, como alternativas complementarias.

Este tipo de agricultura es de mayor rendimiento, aunque sus requerimientos son más complejos. El cultivo de semillas consistió en el punto de partida para el desarrollo de una sociedad más compleja, ya que permite generar un mayor excedente de alimentos, concentración del poder en pocos individuos, control territorial y desarrollo de mejores técnicas de producción.

III. Modo de vida Aldeano Cacical (500 a. C.-1.550 d. C.)
a. Transición de la sociedad tribal a la sociedad cacical (500 a. C.-300 d. C.)

El modo de vida aldeano cacical tiene sus antecedentes en los cambios producidos por la agricultura de semillas. Entre 500 a. C. y 300 d. C. la organización tribal de los primeros grupos agricultores inicia un cambio hacia una organización sociopolítica más elaborada como lo fueron los cacicazgos.

El cacicazgo se caracteriza por una mayor diferenciación y estratificación entre los productores de alimentos (agricultura, caza, pesca, recolección), los artesanos especializados y los dirigentes religiosos y políticos. Por otra parte, los individuos que ocupan el poder necesitan de símbolos materiales para mostrar su posición predominante en la jerarquía social. Por dicha razón empiezan a usar mayores indicadores de posición social tales como jades, metates ceremoniales y mazas de piedra, entre otros. Estos elementos se encuentran frecuentemente como ofrendas mortuorias. Hacia 300 a.C. el maíz llega a consolidarse como cultivo principal en algunas zonas, aunque un sistema mixto de semicultura y vegecultura continuó hasta la Conquista. Se dió además un desarrollo de los instrumentos y técnicas de cultivo para atender los requerimientos de la agricultura, que genera más excedentes y propicia un crecimiento de la población.

En las diferentes regiones, las poblaciones habitaban en aldeas pequeñas y medianas. Algunas de las aldeas crecieron en tamaño e importancia con un consecuente desarrollo del poder económico, político y religioso. Estas aldeas principales presentan construcciones tales como basamentos, montículos, calzadas, hornos, y estatuaria. La cerámica en las diferentes regiones durante este período comparte, en términos generales, la decoración con dos colores (bicromía en zonas) y adornos con formas de animales (zoomorfos). b. Inicio de los Cacicazgos complejos (300-800 d.C.)

Los requerimientos de la producción agrícola y la mayor complejidad social que genera, conlleva a nuevas formas de control sociopolítico. Los cacicazgos al inicio fueron pequeños y dispersos dominados por un jefe o cacique, pero luego dieron paso a verdaderas confederaciones de cacicazgos. Al existir centros de poder, se da una jerarquización de asentamientos con aldeas principales y poblados secundarios tributarios. Las relaciones de subordinación entre aldeas pudo permitir la aparición de un cacique principal en la aldea dominante y de caciques secundarios en las aldeas subordinadas. La propiedad sobre la tierra se acentúa con la formación de divisiones territoriales. El cacique cumple una función redistributiva de los bienes producidos comunalmente y por su autoridad tiene acceso privilegiado a los bienes más apreciados.

A partir de 300 d.C. se incia una complejización de los asentamientos, concentrándose la población en aldeas grandes. Estas aldeas con diferentes obras de infraestructura, tales como basamentos, calzadas, montículos funerarios, indican la capacidad de los dirigentes políticos y religiosos para movilizar la población a fin de realizar dichas obras. Durante este período se da la aparición de la policromía (varios colores) en la cerámica de la Región Gran Nicoya, así como una mayor explotación de los recursos costeros en la Costa Pacífica.

c. Cacicazgos Tardíos (800 – 1,550 d. C.)

Después de 800 d. C. y hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, se encuentran aldeas grandes y de complejo diseño interno que dominaban territorios extensos que competían entre sí. La presencia de numerosos cementerios simples y complejos, obras de infraestructura masiva en aldeas principales (montículos, acueductos, plazas. calzadas, muros de contención), la diversidad de bienes domésticos y suntuarios, la introducción de la orfebrería, el intercambio regional y los conflictos entre cacicazgos son elementos característicos de esta época.

Asimismo se dió una agricultura más compleja y la explotación de diversos ecosistemas, que permitieron tener acceso a un rango mayor de bienes. A partir de allí se pudo dar un incremento en la población, una mayor jerarquización social y relaciones de subordinación más fuertes entre los diferentes territorios cacicales. La experiencia acumulada en los períodos anteriores y los contactos con otras áreas facilitaron este cambio en la sociedad precolombina costarricense.

En esta estapa, el cacique o jefe pudo tener un mayor control sobre la tierra y las herramientas, y pudo movilizar la población para obras de mayor envergadura, apelando a recursos mágico-religiosos, campo en el cual el Chamán (dirigente religioso) cumple una función primordial. También aumentaron los símbolos de rango para los individuos dominantes, tales como su vivienda, artículos personales, así como el lugar, forma y ofrendas para el enterramiento.

La organización territorial llevaría al establecimiento de relaciones de intercambio de productos tales como alimentos, herramientas especializadas, y bienes suntuarios. Se dieron alianzas políticas entre cacicazgos, pero también competencia por recursos, que eventualmente conducían a la guerra.

Todo este desarrollo alcanzado por nuestros grupos indígenas precolombinos tendría una dolorosa transición después de 1.502 con la llegada de los conquistadores españoles. Se dará un nuevo modo de vida basado en la explotación de la fuerza de trabajo indígena. Pero de esta cruel confrontación saldría un nuevo habitante: el costarricense actual.

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