Belerofonte

Melampo

Belerofonte

Belerofonte es hijo de Poseidón y Eurínome, hija del rey de Megara. Todo comienza cuando Belerofonte es acusado de asesinar (accidentalmente) a un hombre que según algunas versiones sería Belero, un tirano de Corinto (de aquí deriva su nombre Belerofonte que significa matador de Belero). A causa de ello Belerofonte fue expatriado y se dirigió a Tirintio. El gobernante de Tirintio era Preto quien purificó al héroe y lo limpio de su culpa. La esposa de Preto llamada Antea según algunos y Estenebea según otros se enamoró del héroe pero no fue correspondida por este. Entonces la mujer se quejó con su marido diciendo que este había tratado de seducirla. El hábil Preto envió a Belerefonte a la corte del padre de Antea, Yóbates, rey de Licia, para que le entregue un sobre sellado. Este sobre contenía una carta con instrucciones de Preto para que se deshaga del héroe. Sin embargo las reglas de la hospitalidad impedían matar a los forasteros con los que se había compartido la mesa. Entonces Yóbates no quiso inflingirlas, y para cumplir el encargo mando a Belerefonte a eliminar a Quimera, un terrible mounstro mitológico que lanzaba fuego a través de sus tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío en el lomo y la tercera en la cola con forma de cabeza de dragón. Yóbates estaba seguro de que el héroe moriría.

Los dioses se dispusieron a ayudar a Belerofonte. Atenea entregó al héroe un freno de oro, con el que tras encontrar a Pegaso en la fuente de Pirene lo podría domar con facilidad. Pegaso era un hermoso caballo alado, que brotó junto con el gigante Crisaor de la sangre de que surgió del cuello de Medusa tras ser degollada por Perseo. Hay autores que afirman que era hijo de Poseidón y Medusa y otros que afirman que surgió de la tierra fecundada por la sangre de la Górgona. Este caballo le gustaba vagar por la tierra en estado salvaje y Zeus lo colocó a su servicio frecuentemente transportando el rayo del dios.

Gracias a este alazán que llevo a Belerofonte a donde se encontraba Quimera este pudo derrotar al monstruo. Tras fracasar en esta misión Yóbates envió a Belerefonte a combatir a los sólimos, pueblo vecino que invadía continuamente la región y cometía vandalismo. El héroe repelió a los sólimos y estos nunca más osaron a acometer contra Licia. Luego envió a Belerofonte a luchar contra las Amazonas, y el héroe venció nuevamente. De regreso Yóbates le había tendido una emboscada a Belerefonte, con un grupo de sus mejores guerreros; éste volvió a triunfar.

Yóbates se dio cuenta de que Belerofonte estaba protegido por los dioses entonces le mostró la carta enviada a él por Preto. Para demostrarle que le decía la verdad Yóbates le concedió la mano de su hija Filónoe o Antlicia y lo asoció al trono. Tras la muerte de Yóbates Belerefonte se convirtió en el rey de Licia. Tuvo dos hijos: Isandro e Hipóloco, y una hija Laodamia.

Pero el orgullo invadió su alma y un día este montó su caballo alado y se dirigió a los cielos para comprobar la existencia de los dioses. Por su incredulidad y soberbia, Zeus lo castigó haciendo que Pegaso se desbocara, precipitando a su amo al abismo. El caballo continuó su rumbo hasta que quedo convertido en la constelación que lleva su nombre.

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